La seducción del lado oscuro

Los personajes con alma negra atraen. Desde Darth Vader a Greg House. No sé muy bien por qué. Quizás en esta era donde el cinismo es el rey y hay mucha gente tragando, nos gusta ver tíos con una mala leche vital tremenda. Escupiendo bilis a su paso y siguiendo su camino, auténticos ellos.  

 

Los cómics de superhéroes americanos viraron del pasteloso y modélico Supermán (y similares) a unos personajes atormentados, cabreados, retorcidos por dentro. Cuanta más profundidad y dureza mejor. Batman fue creciendo en oscuridad y en popularidad. Tenemos a Lobezno en plan estrella. El camino está marcado y transitado por muchos más. Ya no son modelos de bondad y caballerosidad. Son duros, afilados, ácidos, embolsados en mallas de lycra.

Las series de televisión, el cine y el papel está lleno de “chicos malos”. Me sorprende que el marketing tradicional o la publicidad no se haya atrevido mucho con este modelo ¿Miedo? 

Veo en cambio como en internet proliferan personajes (o productos) que se dotan de un aire de ‘enfant terrible’. Ahora que está tan en boga esto del Social Media y que el abanico para llegar al usuario es tan amplio se abren muchas posibilidades. La segmentación del público que ofrece internet allana el camino a que Bender ‘el que ofende’ pueda venderte un coche (o un post). Algunos triunfan y otros dan lástima. 

Quizás hoy en día cuesta más ser creíble con una imagen noble. Tenemos experiencia y somos escépticos. Nos cuadra más algo acorde con la realidad que experimentamos. Pero creo que al final no importa si estás en el reverso tenebroso o si eres un maestro de la luz. Lo importante es la autenticidad, la coherencia y el trabajo bien hecho. 

 

Links: wikipedia: social media, wikipedia: Gregory House, wikipedia: Bender

4 thoughts on “La seducción del lado oscuro

  1. Muy interesante post, desde luego que no se me hubiera ocurrido relacionar las referencias superheroicas con el marketing online.

    Sin embargo creo que tiene bastante sentido. Y lanzo otra reflexión, un poco en la linea de lo que comentas: los superhéroes son representaciones de aquello a lo que querríamos llegar. Probablemente que haya este desplazamiento hacia las “almas negras” no es sino indicativo que queremos ser otra cosa. Que para el modelo de sociedad actual no supone una ventaja ser “noble”, sino que más bien hay que ser un poco “malo”. Lo hablábamos el otro día: es una especie de recrudecimiento de la ley de la selva, en la que no existen las noblezas ni los respetos mútuos. Sólo el perseguir y descuartizar a la presa.

    Digo que me ha parecido interesante tu reflexión porque en general el marketing me parece “la contra” de los superhéroes. El marketing también es “lo que queremos ser”, con la diferencia que no es lo que nosotros queremos ser, sino lo que quieren aquellos que desean hacer negocio con nosotros. Y definitivamente si nuestra percepción de lo que queremos ser ha cambiado, parece razonable y natural que cambie la forma en la que se hace marketing.

    Para mí, no obstante, existe otra cara de las “almas negras”, que no es tanto la lucha por la supervivencia como la queja del atontamiento generalizado de la sociedad. El cinismo de Gregory House va bastante en esa linea. Y de hecho si te gustan los diálogos de House (o del menos sutil pero igualmente punzante Bender) creo que es señal que simpatizas con esa linea de pensamiento. Mira, ya tenemos el público un poco más segmentado.

  2. però els bons que ens agraden són els que es tornen bons al final (en darth vader mateix, l’avi de la heidi). i la gent mira house esperant el capítol que sortirà de la cuirassa en què viu i serà simpàtic. si no, és avorrit.
    és clar, hi ha dolents que no canvien (joker, hannibal lecter), però és que aquests són malalts mentals i potser el que els tenim no és admiració sinó llàstima

  3. Potser el terme bo i dolent no reflecteix amb prou detall els personatges. El cas es que son retorçats, tenen mala llet, son ácids o amargs, son seductors, atractius, son complexos.

    En el de Darth Vader es anecdòtic que es torni bo (deixaré a l’avi de Hedi en pau).

    I no crec que sigui llástima el que sentim (potser tampoc admiració), enganxen, son interessants. Potser cadascú els mira en funció del que té dintre seu i toquen fibres que a alguns els causa llástima i a d’altres passió. La cuestió es que et toquen. Hi ha quelcom de la realitat de cadascú de nosaltres que no es políticament correcta i que es exaltada en aquests personatges.

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